El Levante UD B sucumbió en su visita a Tarragona el pasado domingo, viéndose superado por dos tantos a uno por un rival que jugó en inferioridad numérica durante un cuarto de hora y que llevaba prácticamente seis semanas sin conocer la victoria.
El encuentro comenzó igualado, con la iniciativa repartida entre ambos equipos y escasas aproximaciones al marco contrario. Las acciones de mayor peligro para el conjunto local partieron de las botas de Perera, uno de los jugadores más destacados del encuentro. El Levante, ordenado en todo momento, únicamente merodeaba con peligro el marco local a través de acciones a balón parado, con Andy como ejecutor principal.
Foto: Web oficial Gimnàstic de Tarragona |
El paso por vestuarios no cambió demasiado el guion. El dominio era infructuoso e inservible. Y sumido el partido en un mar de dudas, llegó el segundo tanto del Nàstic, obra de Pablo Marí tras remachar un servicio de falta lateral de Giner.
Un penalti cometido sobre Andy a falta de quince minutos albergó un atisbo de esperanza en el seno azulgrana, pues éste se acompañó de la expulsión de Juanjo. El propio centrocampista andaluz transformó la pena máxima. No obstante, el equipo no fue capaz de crear claras ocasiones de ahí hasta el final y volvió a casa con las manos vacías.
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