Baba Diawara: en busca del tesoro perdido

Baba Diawara se ha convertido en la tarde de hoy viernes en nuevo jugador del Levante UD. El ariete senegalés, después de dieciocho meses nefastos en Sevilla, jugará la próxima temporada en calidad de cedido en el conjunto dirigido por Joaquín Caparrós. Se trata de una operación ajena al desembarco de Vicente Iborra en el cuadro hispalense, pero nadie duda de que el buen feeling durante las negociaciones por el mediocentro valenciano ha precipitado la llegada de Diawara a la disciplina levantina ante las numerosas ofertas que Monchi tenía sobre la mesa.

-Fotografía: Baba como jugador del Marítimo-
Papa Babacar Diawara nació el 5 de enero de 1988 en Dakar, capital de Senegal. Sus primeros pasos como futbolista los dio en el ASC Jeanne d'Arc, uno de los clubes más emblemáticos de su país natal y que vivió en los finales de los noventa y el inicio del nuevo siglo su época de mayor esplendor. Con tan solo diecinueve años, el delantero dio el esperado salto a Europa, recalando en las filas del Marítimo.

Después de unos meses en las categorías inferiores, pronto sus cualidades se hicieron plausibles para los técnicos del primer equipo, que demostraron no equivocarse en su elección tras una primera temporada al completo con diez dianas anotadas en veinticinco encuentros. Después de un segundo curso en el que sus registros fueron todavía mejores, el senegalés comenzó a despertar el interés de numerosos clubes europeos. Pese a ello, se mantuvo fiel a sus colores e inició una nueva campaña en las filas del cuadro luso.

-Fotografía: Baba como jugador del Sevilla-
En el mes de enero de 2012, después de liderar la tabla de máximos artilleros de la Liga Zon Sagres, firmó su traspaso al Sevilla FC por un montante de alrededor de tres millones y medio de euros. Despertó las esperanzas de todos los aficionados sevillistas, que confiaron de pleno en el acertado olfato deportivo de su secretario técnico. No obstante, su rendimiento durante el último año y medio ha estado muy por debajo de lo esperado. La falta de adaptación, los problemas de comunicación y algunas carencias tácticas, además del desacierto ofrecido en las escasas oportunidades de que ha dispuesto, han terminado por provocar su salida. 

Un delantero fuerte, poderoso, que domina con mano de hierro el juego aéreo y que fija con gran firmeza a los centrales rivales. Además, se mueve con agilidad, arranca con potencia y posee un duro golpeo con la pierna diestra que hace temer a los guardametas enemigos. En su debe, los problemas ya mencionados de falta de adaptación al campeonato español, sus carencias tácticas y su reprimido olfato goleador. Sin embargo, aquí en el Levante, estamos convencidos de que todo esto cambiará y veremos la mejor versión de uno de los futbolistas jóvenes y ofensivos más golosos del actual mercado estival.

¡BIEVENIDO BABA!


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