El espectacular encuentro cuajado por todo el conjunto, y especialmente por el guardameta uruguayo, ha servido para que el Levante retome la senda de la victoria tras más de dos meses sin sumar los tres puntos. El tanto del canterano Rubén, otro de los hombres destacados, sirvió para decantar la balanza a favor del cuadro azulgrana, que de nuevo se permite soñar con asaltar las plazas que otorgan acceso a la disputa de competción europea la próxima campaña.
Los inicios, como es habitual en los equipos dirigidos por Unai Emery, se correspondieron con un claro dominio sevillista y dos oportunidades claras para los andaluces, atajadas con solvencia por Gustavo Munúa. El arquero mostró su mejor repertorio en todo momento, con un variado abanico de intervenciones dignas de un portero de máxima categoría.
El Sevilla comenzó a diluirse poco a poco con el paso de los minutos, y de la mano de una fantasiosa línea de tres cuartos, los guerreros levantinos asaltaron sin piedad los dominios de su rival. El esquema defensivo diseñado por Emery se hizo añicos con los continuos movimientos de Míchel, Rubén y Pedro Ríos, y la debilidad de su centro del campo pronto le hizo advertir la necesidad de un cambio. Dejar en el banco de inicio a una pieza clave como Gary Medel parece todo un sacrilegio a estas alturas de campaña y con la imperiosa necesidad de puntos que acecha a orillas del Nervión.
A falta de cinco minutos para llegar al tiempo de descanso, apareció una de las figuras del choque para establecer el único y solitario gol de la noche. En una bonita acción personal, Rubén García conectó un preciso disparo con su pierna diestra que sorprendió tanto a los aficionados presentes como al portugués Beto (algo errático en esta acción) que acabara en el fondo de las mallas.
El paso por vestuarios sirvió para ver cómo el puesto de Maduro era rápidamente ocupado por el chileno Medel. Sin embargo, no se atisbó un cambio notable en las prestaciones de un equipo venido muy a menos y con jugadores que no son ni la sombra de lo que demostraron antaño. La lesión de Kondogbia permitió al preparador sevillista quemar gran parte de sus naves dando entrada a Babá Diawara, pasando así a formar con dos delanteros y con el croata Ivan Rakitic acompañando a Medel en sala de máquinas.
El Levante hizo daño a balón parado, y los buenos reflejos de Beto sumados a la escasa fortuna en el remate de Vyntra y Navarro impideron ampliar una exigua renta que extendió el sufrimiento final entre la hinchada azulgrana. Tres excelentes intervenciones de Munúa salvaron del empate a los pupilos de Juan Ignacio, quienes también dispusieron de claras ocasiones en las botas de Diop, Rubén y Roger, todas ellas marradas.
Tres puntos de oro que sirven para dar caza al Sevilla, sobrepasarle y seguir soñando con la posibilidad de reengancharse al tren de los puestos europeos. Ahora toca asaltar el Bernabéu.
Los inicios, como es habitual en los equipos dirigidos por Unai Emery, se correspondieron con un claro dominio sevillista y dos oportunidades claras para los andaluces, atajadas con solvencia por Gustavo Munúa. El arquero mostró su mejor repertorio en todo momento, con un variado abanico de intervenciones dignas de un portero de máxima categoría.
Fotografía: MARCA.com |
A falta de cinco minutos para llegar al tiempo de descanso, apareció una de las figuras del choque para establecer el único y solitario gol de la noche. En una bonita acción personal, Rubén García conectó un preciso disparo con su pierna diestra que sorprendió tanto a los aficionados presentes como al portugués Beto (algo errático en esta acción) que acabara en el fondo de las mallas.
El paso por vestuarios sirvió para ver cómo el puesto de Maduro era rápidamente ocupado por el chileno Medel. Sin embargo, no se atisbó un cambio notable en las prestaciones de un equipo venido muy a menos y con jugadores que no son ni la sombra de lo que demostraron antaño. La lesión de Kondogbia permitió al preparador sevillista quemar gran parte de sus naves dando entrada a Babá Diawara, pasando así a formar con dos delanteros y con el croata Ivan Rakitic acompañando a Medel en sala de máquinas.
El Levante hizo daño a balón parado, y los buenos reflejos de Beto sumados a la escasa fortuna en el remate de Vyntra y Navarro impideron ampliar una exigua renta que extendió el sufrimiento final entre la hinchada azulgrana. Tres excelentes intervenciones de Munúa salvaron del empate a los pupilos de Juan Ignacio, quienes también dispusieron de claras ocasiones en las botas de Diop, Rubén y Roger, todas ellas marradas.
Tres puntos de oro que sirven para dar caza al Sevilla, sobrepasarle y seguir soñando con la posibilidad de reengancharse al tren de los puestos europeos. Ahora toca asaltar el Bernabéu.
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