Una severa dosis de realidad

Demasiado esperanzados y viviendo anclados en el pasado reciente, el Málaga ajustició e infirió una severa dosis de realidad a un equipo al que los membretes de la solidez y el orden establecidos y tan solventes la pasada campaña no le serán suficientes para competir nuevamente al máximo nivel en un año que se antoja, cuanto menos, complicado.


El Levante se presentó en los primeros compases del encuentro con el deseo de disputarle el control del esférico al conjunto andaluz, con Míchel y Barkero formando de inicio e intercambiando continuamente la posición, descolgándose de manera alterna y siempre con uno de ellos ofreciendo compañía en la parcela medular al senegalés Pape Diop. La anarquía del africano contrasta con la solidez y solvencia de su habitual pareja en el centro del campo, Vicente Iborra, y pese a contar con unas aptitudes y cualidades sobresalientes en labores tanto ofensivas como defensivas, su rendimiento como azulgrana dista de lo esperado hasta el momento.

Pocos minutos tardaron en desvanecerse las intenciones azulgranas. De la mano de la magia y el talento de Isco, la posesión del cuero pasó de manera absoluta a manos malacitanas, imprimiéndose el guion contragolpeador que los pupilos de Juan Ignacio esperaban impregnar al enfrentamiento. No obstante, la solidez de los locales y la falta de imaginación de los hombres de tres cuartos de campo levantinos facilitaron sobremanera la labor de un Málaga que, tras un par de serias aproximaciones al arco de Gustavo Munúa, adquiriría ventaja en el electrónico a los veintiséis minutos. Un envío entre líneas más propio de un ilusionista que de un jugador de fútbol, ejecutado por Isco, fue aprovechado a la perfección por Javier Saviola, que se estrenó como goleador en su nuevo periplo en nuestro campeonato definiendo con la clase que caracteriza a un artillero de su categoría. 

Los minutos finales del primer acto mostraron una sensación de intranscendencia que quedaría distorsionada tras el paso por vestuarios.  El culpable, Míchel Herrero, quien firmó una acción personal excelente desde su propio campo y que culminó ante la incapacidad de Caballero, que únicamente pudo admirar cómo el esférico conquistaba sus dominios y acariciaba las redes con dulzura. 

El empate supuso un importante desahogo para el Levante, algo que se convertiría en una importante y peligrosa arma de doble filo. Las acciones esporádicas de Míchel se convertían en pequeños oasis dentro del desierto en que se había convertido la parcela central, con Barkero sufriendo lo indecible y Diop incapaz de abarcar el terreno necesario. El estado de relajación al que se sometió el conjunto valenciano permitió al Málaga volcarse nuevamente sobre los dominios de Munúa, y fruto de ello, el cuadro dirigido por Manuel Pellegrini se adelantó nuevamente en el electrónico. Gran asistencia de Javier Saviola que culminó el gaditano Joaquín Sánchez.

Pedro Ríos y Pallardó reemplazaron a El Zhar y Barkero, respectivamente, en un vago intento de revitalizar las aspiraciones finales y evitar que el Málaga disfrutara a su antojo con el balón en los pies. No fue así, y la pasividad y calma en que se vio sumido el enfrentamiento obligó al míster alicantino a quemar todas sus naves, dando entrada al joven Rubén García en lugar de Diop. Únicamente la expulsión de Sergio Sánchez apenas tres minutos antes del tiempo reglamentario sirvió de impulso a un equipo inoperante, que además vio cómo durante la prolongación Portillo establecería con una bella volea el tres a uno definitivo. 

Ficha técnica:

3 - Málaga CF: W. Caballero; Sergio Sánchez, Weligton, Demichelis, Monreal; Isco, Portillo, Camacho, Eliseu (Duda, min. 81); Joaquín (Recio, min. 73) y Saviola (Santa Cruz, min. 68).

1 - Levante UD: Munúa; Lell, Ballesteros, D. Navarro, Juanfran; El Zhar (Pedro Ríos, min. 62), Diop (Rubén García, min. 75), Barkero (Pallardó, min. 65), Juanlu; Míchel y Gekas.

Goles: 1-0, min. 27: Saviola. 1-1, min. 46: Míchel. 2-1, min. 58: Joaquín. 3-1, min. 90: Portillo.
 

Árbitro: Velasco Carballo (Colegio Madrileño). Expulsó, por doble tarjeta amarilla, al local Sergio Sánchez. Amonestó a los locales a Camacho y Caballero, y a los visitantes Lell, Ballesteros, Diop y Míchel.

Incidencias: Partido correspondiente a la cuarta jornada de Liga de Primera División diputado en el estadio de La Rosaleda ante unos 30.000 espectadores aproximadamente.

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