Nabil El Zhar: El diablo viste de seda

En su primera temporada en las filas azulgranas, el protagonismo ofrecido por Nabil El Zhar no ha sido el esperado. El excelente nivel de Valdo a lo largo del curso, y la continuidad que Juan Ignacio Martínez ha otorgado a un bloque fijo han minvado las oportunidades del joven extremo franco-marroquí, que pese a dejar detalles de enorme calidad en los minutos de que ha dispuesto, espera que ésta sea la campaña de su confirmación y encontrar así la regularidad necesaria para exploar al máximo sus virtudes.

Nacido el 27 de agosto de 1986 en la localidad francesa de Alès, es internacional absoluto con Marruecos, país de nacimiento de sus padres. Jugó en las categorías inferiores del combinado galo, pero ya disputó con el conjunto marroquí el Mundial sub-20 de 2005 en Holanda, donde su selección alcanzó el cuarto puesto, tras ser derrotada en semifinales por Nigeria, y en la lucha por el tercer lugar por el combinado brasileño. Con la absoluta, ha disputado un total de ocho encuentros, en los que ha anotado dos goles.


El Zhar se formó en las categorías inferiores del Nîmes, donde lo hicieron otros míticos jugadores como Eric Cantona o Laurent Blanc, y del AS Saint Ettiene, antes de firmar por el Liverpool FC en 2006, donde alternó el primer equipo con el equipo reserva. Sus primeras oportunidades, y el entrenador que mayor confianza depositó en este jugador, fue Rafael Benítez, quien incluso le hizo debutar en la Champions League.

En 2009 renovó con el club de Anfield hasta el 2012, pero la marcha de Rafa le supuso disponer de menos oportunidades, y optó por buscar los minutos necesarios la pasada temporada en Grecia, concretamente en el PAOK de Salónica, donde disputó un total de 35 partidos, no todos ellos como titular, anotando únicamente dos goles.


El pasado verano logró desvincularse del Liverpool, y así llegar con la carta de libertad al Levante para firmar por dos temporadas. Sus virtudes son muy claras: Es un jugador pequeñito (1,71 de altura), que tiene una enorme velocidad, tanto en conducción como sin balón, y que desborda con una facilidad pasmosa. Puede jugar tanto en banda derecha (preferentemente) como por la izquierda o detrás del punta, donde exprime al máximo sus cualidades. 

Pese a que sus registros goleadores no son espectaculares hasta el momento, al menos a nivel de clubes, se puede afirmar que es un jugador que tiene capacidad goleadora, y que define con bastante rigor. Eso sí, asiste más que anota, básicamente por la zona del campo en que desarrolla su juego, y por ese plus de belleza y espectacularidad de que gusta dotar a sus acciones.

No obstante, estos detalles juegan en su contra en muchas ocasiones, siendo además un jugador que no destaca en demasía por un trabajo estoico en labores defensivas y menos agradables para un hombre de su talento, pecando además de ser irregular y de tener un carácter algo complicado. La más que posible marcha de su rival directo le permitirá partir con una cierta ventaja, y ahora sí, es el momento de aprovecharla.

Porque en ocasiones, el diablo viste de seda...

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