Entrevista a Juanlu: "Apostar por el Levante ha sido la decisión más acertada que he tomado nunca"

 - ¿Cómo vives ahora el fútbol desde fuera de los terrenos de juego? ¿Qué ha cambiado para ti en ese sentido?

Después de 17 temporadas compitiendo, los dos primeros años tras mi retirada me los tomé para desconectar y disfrutar de mi familia y de los fines de semana. Ahora otra vez teniendo el veneno del fútbol metido en el cuerpo y siguiendo todas las competiciones. Pero al final no es lo mismo verlo a través de una pantalla que estar en el campo, sintiendo ese olor a hierba mojada, el apoyo de las aficiones y el sonido del balón.


- Juanlu celebra el gol del ascenso 2010 (@Levante UD) -
- De hecho, en lo personal, dentro de muy poco vais a contar con un nuevo fichaje, ¿no?

Un nuevo granota. Viene en camino mi cuarto hijo. No sé si llamar a alguna compañía de autobuses ya que se me está empezando a complicar el llevar a la familia en el mismo coche.

 

-Actualmente, en lo profesional, formas parte de una agencia de representantes. ¿De qué te encargas exactamente? 

Soy agente en Wasserman desde hace casi tres años y por ahora estoy muy contento. He entrado en un grupo de trabajo muy joven, con muchísimas ganas de seguir creciendo y yendo paso a paso. Es otra parcela totalmente diferente de la que me tocó vivir. Hago funciones de scouting, realizo informes de partidos, contratar jugadores, llamar y tener reuniones con futbolistas y directores deportivos,...

 

- ¿Este proceso de cambio ha generado en ti algún cambio de concepción del fútbol respecto al que pudieras tener años atrás?

Por desgracia, sí. Al pasar a ser un actor secundario, tratas de ayudar a los jugadores haciendo las cosas que antes desconocías de la mejor manera posible. En mi caso, tuve mala fortuna con varios agentes que me engañaron económicamente. Duele mucho sobre todo en el aspecto emocional y profesional. Porque cuando uno deposita toda la confianza en una persona y es engañado, ni por asomo quieres quieres imitarlo.

 

- Remontándonos atrás en el tiempo, tú llegaste al Levante en la temporada del centenario, cuando este pasaba por horas bajas. ¿Qué es lo que te hace pensar que ser granota puede marcar un punto de inflexión en tu carrera?

Sensaciones o intuiciones en ese momento. Cuando salí del Betis, tenía alguna oferta más interesante en el aspecto económico. Pero me hablaron genial del club como grupo humano, que trabajaba bien pese a la ley concursal y con una masa social que apenas alcanzaba las 4.000 personas en cada partido. Eran ideas soñando despiertos. Un reto pensando que podía ser importante por el centenario. Aposté por el Levante y  ha sido la decisión más acertada a nivel deportivo y personal que he tomado nunca.

 

- Lo cierto es que fue venir y besar el santo. Uno de los jugadores más destacados, ascenso y un no parar en las siguientes temporadas. ¿Por qué ese Levante se veía que no tenía techo?

Hicimos el mejor grupo humano que he encontrado en mi vida, consiguiendo unos logros importantísimos en la historia del Levante. Éramos gente con mucha hambre, que llegábamos de tener un mal año o experiencia. Nos daban otra oportunidad y teníamos que morir por esta gente. A Luis García, Manolo Salvador y Quico Catalán, que estaban empezando a darse a conocer en el mundo del fútbol, se unieron otros como Xisco Nadal, Xisco Muñoz, Rafa Jordà, Nano,... con muchas ganas de querer demostrar lo mejor. Incluso estaban los casos de Ballesteros y Juanfran, con un largo recorrido y repercusión. 


- Plantilla Levante UD 2009/10 (@Archivo Levante UD) -
- Muchos coinciden en que ha sido una de las mejores plantillas del Levante que han visto. ¿Qué te sugiere este foto?

Hasta ahí te das cuenta de que éramos diferentes. No encontrarás plantilla de fútbol que no se ponga en las dos o tres filas habituales para el posado. Quisimos imitar una foto del Levante de un par de décadas atrás. Aquí ves al míster por un lado, el cuerpo técnico por otro y los jugadores repartidos por posiciones. Si nos llegan a decir cuando nos hicimos la foto cómo íbamos a terminar, era algo inimaginable para todos. 


- En el décimo aniversario del ascenso, en uno de los vídeos publicados por el club, recordabais la anécdota del último día en el párking del Ciutat de Valencia. ¿Cómo fue aquello?

Eso fue uno de los días más tristes que he vivido, siendo una simple despedida del grupo. Había terminado la Liga y estábamos contentos por el ascenso. Pero a la vez sabíamos que esos 25 que formábamos una plantilla inigualable, nunca más estaríamos juntos. Yo tenía la suerte de que el club me ofreció renovar, pero otros sabían que no podrían seguir. 

 

- El compromiso era otra de las palabras con las que se asociaba a aquel Levante. La gran mayoría creíais en el proyecto, buscabais reivindicaros y lo anteponíais incluso a más dinero que os ofrecían desde otros clubes. Actualmente la concepción general es que los futbolistas son más "egoístas" y anteponen sus intereses personales. ¿Te da esa sensación?

Muchas veces sí. También te digo que nosotros sabíamos de la realidad del club y entonces lo que anteponías era un proyecto deportivo y humano. A día de hoy, por suerte para el Levante, está infinitamente mejor. Solo hay que ver la infraestructura actual del estadio, la futura Ciudad Deportiva de Nazaret,... Son niveles totalmente diferentes en lo económico.


- ¿Recuerdas en particular el caso de algún compañero en ese aspecto?

Sin irnos más lejos, Asier Del Horno. Estuvo en el Chelsea, venía del Valencia de ganar un auténtico dineral y en el Levante cumplió como un jabato. Recuerdo estar jugando en Santander, en el 1-1 final con gol de Rafa Jordà, y Del Horno terminó enganchado a dos compañeros diciendo "no puedo más". Dio su tendón de Aquiles por intentar conseguir esa permanencia del 2011.

 

- En 2012/13 se llegó a disputar la Europa League. Pasados los años, ¿qué es lo que más valoras de aquel logro histórico y enfrentarse a algunos de los mejores rivales del continente?

Hay que valorarlo y sentirse orgulloso de todo. Desde la temporada anterior acariciando la Champions League hasta la clasificación en Motherwell, eliminar equipos importantes en la fase de grupos, al Olympiakos,... Luego tuvimos la mala suerte de caer en la prórroga contra el Rubin Kazan. Para un Levante llegar a octavos de final en su primera participación fue histórico. Y ojalá me equivoque, pero sobre el papel es muy complicado que esto vuelva a ocurrir.

 

- ¿Has solucionado ya con Juanfran el dilema del autor del primer gol europeo?

¡No, por Dios! No tengo que solucionar nada (se ríe). Todo el mundo sabe que Motherwell estaba en Escocia, no era Puzol ni Buñol, con lo cual el primer gol en Europa fue mío. El suyo fue el primer gol en fase de grupos. Entiendo que Juanfran después de tantas convivencias y experiencia, incluso coincidiendo al sacarnos el título de entrenador, lo seguía intentando pelear. Todos los que le conocemos sabemos que el cachondeo le gusta demasiado y yo entraba muy fácil al trapo.

 

- ¿Te es posible quedarte con alguno de tus goles más especiales?

Me cuesta mucho decidirme por uno. El primer gol del ascenso contra el Castellón fue espectacular y soñado. Era algo que ansiábamos todos y, aún pensando que se podía subir ese día, lo veíamos como una utopía ya que el Betis tenía que pinchar en Salamanca. También el primer gol en Villarreal el día que el Levante se situó líder. Incluso el último gol anotado en el antiguo San Mamés, un estadio clásico y que solo ha vivido primera división. Y, por supuesto, el de Motherwell tras la larga y dura lesión de la que estuve recuperándome y por todo lo que significó. 

 

- Sin embargo, una vez llegó la eliminación de la Europa League, todo comenzó a torcerse. La polémica del Levante-Deportivo, más malos resultados,… ¿Cómo se puede explicar que un equipo que funcionaba a todos los niveles cambió tan drásticamente?

Ahí te das cuenta de que el vestuario era una auténtica familia hasta ese momento. Cuando uno se salió del tiesto, la familia se rompió y se creó cierta incertidumbre. Fue un error tremendo de Barkero. Luego intentó corregir y subsanarlo. En mi caso y con Juanfran, teníamos con él un trato espectacular. Hubiese sido tan fácil como decir: tengo un problema contigo, me siento y te lo digo. Mi consciencia está muy tranquila y no tengo nada de que estar preocupado. Han pasado casi ocho años y no han podido ni podrán demostrar nada, porque es imposible.

 

- Precisamente en ese verano de 2013 se acabó tu etapa en el Levante. ¿Te hubiese gustado que tu final defendiendo esta camiseta fuera otro?

Por supuesto. Me hubiese gustado cumplir el año que me quedaba de contrato. No tengo dudas que, en caso de seguir, hubiese sido como Juanfran o Ballesteros, retirándome con 36 o 37 años. Mi cuerpo estaba para seguir compitiendo en primera división a ese nivel. Pero entendí lo que el club decidió en verano, cortando por lo sano con la gran mayoría de los jugadores señalados.

 

- ¿Te extrañó que Juanfran, uno de los señalados, siguiera en el club y que con otros (como en tu caso) se tomara la decisión de no dar continuidad?

Si soy sincero, eran todos o ninguno. Me hubiese gustado continuar porque era lo único que deseaba en ese momento. Al final puedo entender que el presidente, director deportivo, el nuevo entrenador,... valoraran ciertos motivos y decidieron que Juanfran sí siguiera. Y yo contento de que él continuara.

 

- ¿Hubo algún problema con Juan Ignacio Martínez ese último año? En todo 2013 no disputaste ningún partido completo.

No. El último partido creo que fue en Sevilla, saliendo de titular contra el Betis. Prácticamente fue a raíz de lo comentado anteriormente. A partir de ahí, apenas jugué salvo algún minuto, pero fue decisión suya. A mi modo de ver y sin nada que objetarle, en cierta manera injusta. Apostó por Rubén García, al que traté como un hijo tras subir del filial. Al final uno no podía entrar a valorar, sino seguir trabajando. Mi forma de ser y trabajo siempre ha estado ahí y nunca he tenido queja de nadie. 

 

- Juanlu celebra el primer gol en Europa League (@Jorge Ramírez | Levante UD) -
- Lo cierto es que el Levante te marcó y nunca has escondido tu debilidad por este club, ¿pero cómo fueron para ti las siguientes temporadas?

Diferentes. Tuve un par de ofertas de primera, pero esperé al Levante, pedí tiempo y no quise escuchar. Al final empezó la jornada 3, me vi sin equipo y luego escogí la primera opción que me llegó. Considero que la peor decisión que he tomado fue la de irme a Grecia. Fue un error muy grande porque era un equipo debutante en la máxima categoría, con estructura poco profesional, el mismo director que me firmó luego me tenía cruzado, hubo problemas de pagos,... 


- Y en tu regreso al Córdoba CF, el fútbol te brindó una nueva oportunidad.

En enero tuve buena suerte de poder escoger entre el Recreativo de Huelva, que iba líder de segunda, o el Córdoba CF, merodeando los play-off. Al final decidí apostar por lo más cercano a mi familia, tras cuatro meses alejado de ellos. Mira por donde, aposté por el Córdoba y conseguimos el ascenso contra todo pronóstico, después de 40 años sin que el club lo hubiera logrado.

 

-  Son numerosos los deportistas profesionales que han confesado que cuando llega el momento de la retirada es difícil de asimilar y gestionar. ¿Cómo fue para ti el decir “cuelgo las botas”?

Fue duro en el sentido de que no me veía para retirarme. En el Córdoba llegué a jugar casi todo, incluso para renovar el año siguiente. Pero venía del engaño de mi agente, con 34 años es más difícil encontrar un equipo acorde a las circunstancias,.. Era una decisión más complicada. Y además acababa de ser papá por segunda vez. Pudo más el tema familiar que el deportivo. A día de hoy me duele más que cuando lo hice en su momento, aunque fue algo acertado al 200%.

 

-Tú fuiste un jugador de banda, veloz, que apostaba por el desborde y con llegada a portería. ¿Qué opinión te generan aquellos entrenadores o clubes que prescinden más de futbolistas de este perfil?

Yo disfrutaba mucho más por el costado izquierdo, sabiendo que tenía  la línea a una cuarta de banda, encarando, buscando al rival y llegando al área.  Me gusta más un jugador estilo Bryan Gil respecto a un perfil Darwin Machís, que encara hacia dentro. En mi época éramos más extremos. Ahora se juega, por ejemplo, con un 4-3-3 y es "irreal". Son centrocampistas y las bandas las tienes más descubiertas. Sistemas o estilos diferentes de juego, incluso a pierna cambiada. A día de hoy, cuando hablas con un director deportivo, incluso David Navarro, te piden algo más conciso. 


- Actualmente el Levante pasa por una situación delicada. ¿Cómo puede revertir una plantilla algo así cuando afecta en lo deportivo, el factor psicológico, …?

Muy fácil: ganando el siguiente partido. Una victoria te cambia el carácter, las perspectivas, te quitas cierta presión,... Lo único que se necesita es encadenar un par de resultados positivos. Se llevaban cinco empates seguidos, incluso alguno con polémica incluida, y puede ser un poco inquietante en la clasificación. A mí no me pone nervioso porque sé que el club sabe llevar los tiempos, valoran todo y tendrán la paciencia oportuna. Pero también es cierto que no es lo mismo exigirle al Levante de 2009 que al de ahora. 

 

- Respecto a esta exigencia, ¿tienes esa sensación de que hay cierta autocomplacencia o conformismo en el actual Levante?

Puede ser. Es verdad que el Levante, sin tener la masa social del Valencia, al final es un equipo que sigue creciendo, el presupuesto e ingresos televisivos son mayores, cada vez se habla más de él,... Todo eso genera que el "run-run" sea también más fuerte. Pero si no es permanencia, parece que tiene que ser Europa. Yo soy de la opinión de que hay que buscar la salvación. Conseguir los 42 puntos y, si en enero o febrero se tienen, ser regulares, soñar y poner toda la carne en el asador. A este Levante hay que pedirle un "muchito" más que a nosotros en su momento, pero sin olvidarse de la realidad y el objetivo principal.

 

- Actualmente con el COVID-19, la gente no puede acudir a los estadios. Realmente, tú que has sido jugador, ¿hasta que punto crees que puede influir ese factor de las aficiones locales?

Muchísimo. Juegas sin esa presión ni aliento del público. Tanto a nivel visitante, cuando no te gritan ni hacen que te pesen un poco las piernas, como para el local, que te dan ese plus de esfuerzo y que te crezcas más. En España y Alemania especialmente, hubo muchos resultados positivos para los equipos visitantes tras el confinamiento. Nada más tenemos que ver que hay equipos grandes que no ganan tanto contra rivales más modestos.  


- Próximamente, en Copa del Rey, el Racing de Murcia va a enfrentarse al Levante y estos están apostando por contrataciones exprés de ilustres futbolistas retirados. ¿Te verías dispuesto a vestirte de corto si desde el club levantinista tomaran la misma decisión?

Me parece triste.  El presidente no es que sea mediático, pero si algo "especialito" y está apostando por tener minutos de gloria en la prensa. Por poner a jugadores como Lescott o pensar en otros como Samuel Eto'o, al final el que ha estado jugando todo el año y ha estado luchando para conseguir ese premio se puede perder algo tan bonito. Hablamos de jugar contra un primera división del que todos han escuchado a Morales, Roger, Rochina,... que sin ser referentes los ves todo el día en la televisión. 


- Para concluir, ¿algún mensaje que te gustaría mandar? ¿O algún deseo a corto o largo plazo?

Estoy muy agradecido a toda la familia levantinista porque siempre me ha dado su cariño y apoyo. Cada vez que voy por el Ciutat de Valencia, lo compruebo. Te das cuenta que algo bueno has tenido que hacer durante esos cuatro años en que estuve para que pase el tiempo y sigamos siendo los mismos. Ojalá en un futuro próximo poder trabajar para el Levante, incluso si me pide Quico Catalán jugar contra el Racing de Murcia. Quiero seguir ligado a la familia granota para siempre.


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