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Foto: LaLiga.es |
El preparador catalán no rehuyó una realidad evidente: "Ha sido el partido más flojo de los de casa desde que estoy aquí". No obstante, tampoco dramatizó sobre el devenir de un envite que evidenció una serie de carencias graves dentro de una plantilla configurada y entendida de una manera muy diferente a la que al nuevo inquilino del banquillo azulgrana desearía: "Hemos estado mal los primeros treinta minutos, pero el equipo se rehace y, tras el gol de ellos, el equipo también es capaz de rehacerse e igualar el marcador". El resultado más justo, a su juicio, "hubiera sido un empate".
Por último, y preguntado sobre el estado de ánimo de sus pupilos, Rubi reconoció el dolor del tropiezo pero la confianza en recuperar pronto una dinámica diferente: "El equipo está tocado. Ha sido una derrota dolorosa, pero los jugadores mañana ya estarán pensando en el partido de Copa y en la visita a San Mamés del próximo fin de semana".
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