El lado más romántico de Morales

En el fútbol también se respira amor. Mucho amor. Y además, por partida doble. En su indudable levantinismo y muestra de lealtad, anoche Morales dibujó dos bonitos gestos y actos imborrables. Es el fútbol que nos gusta.

-Foto: Morales señala el escudo (@Adolfo Benetó / Levante UD)-
El primer de ellos llegaría con su gol. Después de tres actuaciones muy discretas en el inicio de Liga, Morales conseguía sacarse una espinita con esta contribución. Era el 2-0, el punto y final para sellar la victoria y el líder por excelencia del equipo obró una celebración muy especial. A la vez que se acercaba al fondo de Gol Alboraya para compartir esa euforia y felicidad con sus aficionados, Morales se echaba mano al escudo de su camiseta. Primero lo besó; luego lo señaló mientras decidía "esta es mi casa".

Y es que, como en más de una ocasión han manifestado públicamente Morales y Quico Catalán, el 11 granota permanecerá en el Levante hasta que él quiera o le aguanten las fuerzas, incluso deseando retirarse aquí. Porque Morales es el Levante y el Levante es Morales.

El segundo de estos actos se produciría con el pitido final. Morales tenía que cumplir una promesa. Días atrás Pau, un joven aficionado ciego granota, acudía a Buñol para conocer a su ídolo. El futbolista de buena fe y con cariño le atendió durante unos minutos y le prometía su camiseta en el próximo partido, pidiendo que llevara una pancarta para localizarlo en el estadio. 

Dicho y hecho. Contento por la victoria, Pau salió doblemente feliz del Ciutat de Valencia ya que Morales se dirigió hasta su asiento de Grada Central, saltando la valla publicitaria, para hacer abrazarlo y hacerle entrega de su preciada camiseta. Pau se mostró visiblemente emocionado, como puede comprobarse en el vídeo del momento cortesía de @JamesOlen. Chapeau.


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