La metamorfosis de Paco López

Vamos a andarnos sin rodeos. El fútbol es muy injusto. No entiende de memoria, de ensalzar el pasado, ni nada por el estilo; tan solo vale el presente. Cada país es muy diferente en estos términos. Mientras en Inglaterra hay más fidelidad y paciencia, en España esto no es así y si los resultados no son los deseados se buscan enseguida culpables.

-Paco López (@Adolfo Benetó / Levante UD)-
Hablemos del presente del Levante. Paco López es un hombre ejemplar. Una figura asociada al fútbol que ha defendido estos colores como futbolista, que siente al Levante como suyo y que actualmente tiene la suerte de poder dirigirlo desde el banquillo, tras dar el salto desde el filial. A este cinqüenton, al que su oportunidad en primera división no le ha llegado antes, hay que agradecerle mucho. Destaca una permanencia trabajada y convertir al equipo granota en el mejor de toda la Liga durante unas 15 jornadas desde su llegada. Pero esa felicidad, donde casi todo era bonito y perfecto, ha dado paso una metamorfosis del propio Paco López.

Al bueno de Paco López también podríamos llamarlo "El mentalista". Su gran trabajo en el estado psicológico ha permitido dar la vuelta a la tortilla en momentos delicados. Tanto para lo bueno como para lo malo, obviamente tampoco depende todo de un entrenador, sino de los futbolistas, director deportivo, presidente,... Sin embargo, hay casos y cosas que no deberían valer e incluso debería aplicarse sus propios métodos, especialmente en un equipo profesional de primer nivel. 

Porque pongámonos en contexto. Como se ha mencionado antes, Paco López es un levantinista más. Sabe y no permite que nadie menosprecie ni se toma a guasa este escudo. ¿Entonces, por qué después de tanto tiempo fuera de combate, se decide apostar otra vez por un Jason que en mes y medio será historia del Levante y justo en el momento más duro y trascendental? El señor Remeseiro, que en pocas veces ha sabido apreciar y valorar lo que el Levante le ha otorgado, además de traicionar al club, está cuajando unas paupérrimas actuaciones individuales desde que se desvelara su futura vinculación con el vecino. Contra el Huesca, con la victoria en el aire, dispuso de sus primeros minutos. En Mestalla, váyase a saber bien la razón, completó los noventa minutos. Sinceramente, y lo digo con todos mis respetos hacia el míster, esto es reírse en la cara de los incondicionales seguidores granotas.

Vamos con otro aspecto que me irrita. Dentro de esa metamorfosis, Paco López ha mutado negativamente, convirtiéndose en un Caparrós o Alcaraz de turno (y no por estilo de juego). Si tu plantilla ya de por sí es escasa, limitada de calidad,... ¿por qué se empeña en transformar y reconvertir a ciertos jugadores fuera de su hábitat natural causando que rindan muy por debajo de su nivel y, por consiguiente, que condicione también al propio equipo? Róber Pier como centrocampista, Simon como carrilero, Bardhi como centrocampista, Morales de delantero, Coke de todo lo que te puedas imaginar,... Y la única reconversión que podría salir beneficiosa, como es la de Borja Mayoral como enganche o mediapunta, todavía no la ha ejercido.

Y citemos un tercer punto, quizás el más importante de todos, un misterio que no desvelo y que todos conocemos: el desorden y caos defensivo. No hay peor equipo que el Levante en esta faceta. Y que nadie venga a negar la evidencia ni con el juego de palabras bonitas en rueda de prensa para intentar justificarse. 59 goles no se encajan solos, sea con tres defensas o con siete, con el mejor o peor portero. Es un puto escándalo ver como cada día de partido los once futbolistas son piezas que no encajan, completamente dando libertad y facilidades al rival y con un bochornoso balance defensivo. Y no hablemos de defender una acción a balón parado, el colmo de los colmos.

Centrémonos, por favor, Paco López. Sentimiento, coherencia y más trabajo. Parte de la respuesta o posible solución a los tres temas citados previamente. Ahora empieza "nuestra Liga". El todo o nada a seis jornadas, entre siete equipos, de los cuales unos parten con más ventaja que otros. Entre los agraciados, el Levante. No es tan difícil (o no debería serlo) quedar por encima de otros tres rivales.

Para ello, hay que hacer sacrificios. Sacrificar tus ideales, esos que tanto le cuesta renunciar a Paco López. Pensar en el bien del equipo y apartar ese exceso de "ofensivismo", perdonándome este término inventado. Partidos que se resuelvan por la mínima, pero no teniendo que marcar tres goles para ello. Con uno o dos debe ser suficiente y a partir de entonces no volverse locos y consolidarse y esforzarse defensivamente. También el recuperar en la medida de lo posible a jugadores como Toño, Cabaco, Chema, Vukcevic,... 

Ya entonces, de cara al futuro, a quien corresponda (ya que dicho nombre todavía se desconoce) que valore si Paco López, el de siempre o el de la metamorfosis, es el indicado para seguir siendo el entrenador ideal para el Levante. Y por supuesto, teniendo en cuenta que más Rubén García y menos fichajes exóticos y rocambolescos son los que se necesitan para hacer un proyecto serio. Porque como dice el dicho: "más vale bueno conocido que malo por conocer".


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