105 años: Así funciona una familia

Hoy, 9 de septiembre, es un día siempre especial para la familia levantinista. Ciento cinco años atrás, las primeras páginas de una historia sin fisuras comenzaron a escribirse con el puño y letra de quienes hicieron de un sentimiento una auténtica realidad, coincidiendo con el 45º aniversario de la inauguración del Ciutat de València. Fue la primera semilla, el germen de una pasión única e inconfundible que, quienes ven desde fuera con recelo y sospecha, jamás lograrán entender.

El Levante UD va mucho más allá de lo que cualquier entidad deportiva pueda representar hoy día. Su escudo no se borda únicamente en camisetas, pantalones o accesorios. No solamente se dibuja y caricaturiza, sino que va grabado en el corazón de muchos de nosotros. De una afición entregada que, desde años atrás, ha sabido sobrevivir a muchas de las atrocidades sufridas, tanto desde dentro como desde fuera de la entidad.

Los más jóvenes recordamos con especial dolor el complicado periplo de la temporada 2007-2008 y, por qué no decirlo, lloramos pensando en ello. Combinamos la tristeza de cómo pudo masacrarse de tal manera algo tan valioso y especial con la alegría y rabia de haber sido capaces de sobreponernos, una vez más, a todos los reveses con la humildad, sacrificio y unión que siempre nos han caracterizado.

Cuidarnos unos a otros resultará clave en todo este tiempo. Somos una hinchada encombiable, gozamos de numerosas secciones de ambos géneros y todas las edades. Cada ser, cada persona, es tan única como imprescindible. Así funciona el Levante, así funciona una familia. Por muchos años más...


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