La necesidad supera a la ilusión

El Levante sucumbió en su vital visita a La Romareda ante un Real Zaragoza que fue superior en líneas generales, y que aprovechó el impulso inicial para tomar una ventaja en el marcador que a la postre sería suficiente. Los locales salieron con las pilas cargadas, y aprovecharon el estado de desorientación general durante los primeros compases de los valencianos para asediar el marco del uruguayo Gustavo Munúa.

El novedoso sistema introducido por Juan Ignacio Martínez no tuvo el efecto deseado, y el cuadro azulgrana no fue capaz de tomar el mando en ningún momento las riendas del choque. El trivote situado en la medular, con Iborra y Xavi Torres en la retaguardia, y Francisco Javier Farinós más descolgado, únicamente sirvió para encallar al bloque en su propio campo, e incapacitarlo en la elaboración de contragolpes y jugadas trenzadas.

Un mal despeje de Gustavo Cabral a los diez minutos de partido sirvió para que un entonadísimo Edu Oriol pusiera el esférico en el fondo de las mallas con una buena volea, que supondría finalmente el triunfo de una escuadra abonada desde hace unas semanas a la épica y a los sueños. Unos sueños que cada día vislumbran más próximos a una certeza esperanzadora.

Durante toda la primera mitad, y especialmente a partir del gol del volante diestro catalán, el control del esférico pasó en alternancia por ambos bandos. Las imprecisiones de los maños, muy nerviosos conscientes de la responsabilidad que acarreaba el encuentro, y la incapacidad para gestionar la posesión de los levantinos forzaron una alternancia en las llegadas que no se tradujo en goles por el buen hacer de ambos guardametas, especialmente del zaragocista Roberto, que volvió a dejar patente su enorme calidad y un nivel que bien le vale para estar en la agenda de equipos de renombre de toda Europa.

Tras el descanso, Juan Ignacio decidió introducir la primera modificación, con la entrada de Rubén Suárez en detrimento de un gris Farinós, para buscar así de manera más directa y consistente la llegada al arco local. Con un Ghezzal absolutamente desaparecido (algo que no resulta novedoso), todo el peligro por parte del Levante llegaba de las botas de Valdo, el hombre más en forma del equipo en este tramo final de la temporada, o en su defecto en acciones a balón parado, donde el poderío aéreo de Vicente Iborra se hizo notar, aunque sin el premio en forma de gol.

Los minutos finales del encuentro fueron un quiero y no puedo de un conjunto desconcertado, algo desaparecido, y al que la presión por copar un puesto de Champions League y la ausencia de su estandarte y máximo goleador, Arouna Koné, pasaron factura en demasía. Venció un Real Zaragoza que se sitúa con 37 puntos, a solamente tres del Rayo Vallecano, que con su derrota de hoy en tierras baleares se complica, y mucho, su existencia. Precisamente a Mallorca viajará el próximo sábado un Levante que ve complicarse sus posibilidades por alcanzar esa ansiada cuarta posición, pero que deberá pelear los seis puntos que quedan por disputar para confirmar el auténtico sueño de jugar competición europea. En esta ocasión, la necesidad superó a la ilusión.

Ficha técnica: 
1- Real Zaragoza: Roberto, Álvarez, Da Silva, Paredes, Abraham, Zuculini (Pintér, min 58), Apoño, Ruben Micael, Edu Oriol (Luis García, min. 68), Lafita (Obradovic, min. 92) y Postiga. 
0- Levante UD: Munúa; Pedro López, Ballesteros, Cabral, Juanfran; Xavi Torres, Farinós (Rubén Suárez, min. 46); Iborra (El Zhar, min 58), Bothelo (Juanlu, min. 79), Valdo; Ghezzal. 
GOLES: 1-0, min.10, Edu Oriol. 
ÁRBITRO: Estrada Fernández (Colegio Catalán). Amonestó a Álvarez (min. 27), Lafita (min. 60), Postiga (min. 78) y Roberto (min. 87) por parte del Zaragoza, y a Iborra (min. 54), Cabral (min. 71), Bothelo (min. 78) y Xavi Torres (min. 93) por parte del Levante. 
INCIDENCIAS: Partido disputado en el Estadio de La Romareda ante unos 18 mil espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.

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